20 ago 2024

Reconocer tus emociones


Cómo reconocer tus emociones: un test de sentimientos que te ayudará a comprender tus reacciones.



Reconocer las propias emociones es básico para poder tener conciencia de uno mismo. Saber en cada momento cuál es la emoción que estamos sintiendo, sin confundirla con otra o disfrazarla, es la clave de la Inteligencia Emocional.

¿Sabes reconocer tus emociones? Averígualo realizando este sencillo test.


https://www.psicoactiva.com/test/sabes-reconocer-tus-emociones.htm 


Material para uso pedagógico exclusivamente.

Cortesía https://www.psicoactiva.com/ 


14 may 2024

VITRUVIO



 VITRUVIO

Las teorías de Vitruvio influyeron el diseño y la construcción a través de los siglos.


1Marco Vitruvio Polión, nacido alrededor del año 80 a. C., sirvió en el ejército romano bajo el mando de Julio César y se especializó en el diseño y la construcción de máquinas de artillería. El deber lo llevó a lo que en la actualidad son España y Francia, así como a lugares más alejados de Roma, como el norte de África. Más adelante Vitruvio, ejerció de arquitecto y trabajó en un templo, que ya no existe, en la ciudad italiana de Fano. Su obra más importante fue literaria, el único libro de arquitectura conservado de la Antigüedad clásica: De Architectura, conocido hoy como Los diez libros de Arquitectura.


2Durante la mayor parte de la Edad Media, la obra de Vitruvio cayó en el olvido, pero, a principios de la década de 1400, fue uno de los muchos textos clásicos, como el poema epicúreo de Lucrecio La naturaleza y los discursos de Cicerón, que fueron redescubiertos y recopilados por el pionero en el humanismo italiano Poggio Bracciolini. En un monasterio de Suiza, Poggio descubrió una copia del siglo VIII de la obra de Vitruvio y la envió a Florencia. Allí se convirtió en parte del grupo de obras clásicas redescubiertas que contribuyeron al Renacimiento. Brunelleschi lo usó como referente cuando viajó a Roma de joven para medir y estudiar las ruinas de edificios clásicos y Alberti lo citó por extenso en su tratado sobre arquitectura. Una de las nuevas imprentas de Italia publicó una edición en latín a finales de la década de 1480 y Leonardo escribió en un cuaderno: «Pregunta por Vitruvio a los libreros».



3Lo que despertaba el interés en la obra de Vitruvio por parte de Leonardo y Francesco era que expresaba con claridad una analogía que se remontaba a Platón y a los filósofos antiguos, que se había convertido en una metáfora que definía el humanismo renacentista: la relación entre el microcosmos del hombre y el macrocosmos de la Tierra.




4Esta relación de semejanza constituía la base del tratado que Francesco componía. «Todas las artes y todas las reglas del mundo derivan de un cuerpo humano bien compuesto y proporcionado —escribió en el prólogo de su quinto capítulo—; el hombre, llamado pequeño mundo, contiene en sí mismo todas las perfecciones generales del mundo». Leonardo también abrazó la comparación tanto en su arte como en su ciencia. Él escribió su famosa frase en esta época: «El hombre fue llamado por los antiguos mundo menor, y la designación está bien puesta, desde luego, porque su cuerpo […] se asemeja al de la Tierra».




5Aplicando esta analogía al trazado de los templos, Vitruvio proclamó que este debía reflejar las proporciones del cuerpo humano, como si dicho cuerpo estuviera tendido de espaldas sobre las ” “formas geométricas de la planta. «La disposición de los templos depende de la simetría —escribió en el primer capítulo de su libro tercero—. Es imposible que un templo posea una correcta disposición si carece de simetría y de proporción, como sucede con los miembros o partes del cuerpo de un hombre bien formado».




6Vitruvio describió con todo detalle las proporciones de este «cuerpo de un hombre bien formado» que debía determinar la composición de los templos. La distancia de la barbilla a la parte superior de la frente tenía que ser la décima parte de su altura total, comenzaba, y seguía con numerosas precisiones más: «Si nos referimos al pie, equivale a una sexta parte de la altura del cuerpo; el ” “codo, una cuarta parte, y el pecho equivale igualmente a una cuarta parte. Los restantes miembros guardan también una proporción de simetría, de la que se sirvieron los antiguos pintores y escultores famosos, alcanzando una extraordinaria consideración y fama».




7Las descripciones de Vitruvio de las proporciones humanas llevarían a Leonardo, como parte de los estudios de anatomía que acababa de comenzar en 1489, a compilar un conjunto similar de medidas. En términos más generales, la convicción de Vitruvio de que las proporciones del hombre resultan análogas a las de un templo bien concebido —y al macrocosmos del mundo— se convirtió en el centro de la cosmovisión de Leonardo.




8Después de detallar las proporciones humanas, Vitruvio pasaba a describir, en una célebre representación, la forma de inscribir a un hombre en un círculo y un cuadrado para determinar la proporción ideal de un templo:




9Exactamente de igual manera, las partes de los templos deben guardar una proporción de simetría perfectamente apropiada de cada una de ellas respecto al conjunto total en su completa dimensión. El ombligo es el punto central natural del cuerpo humano. ” “En efecto, si se coloca un hombre boca arriba, con sus manos y sus pies estirados, situando el centro del compás en su ombligo y trazando una circunferencia, esta tocaría la punta de ambas manos y los dedos de los pies. La figura circular trazada sobre el cuerpo humano nos posibilita el lograr también un cuadrado: si se mide desde la planta de los pies hasta la coronilla, la medida resultante será la misma que la que se da entre las puntas de los dedos con los brazos extendidos; exactamente su anchura mide lo mismo que su altura, como los cuadrados que trazamos con la escuadra.




10Era una imagen muy potente. Sin embargo, hasta donde sabemos, nadie relevante había hecho un dibujo serio y preciso a partir de esta en los quince siglos transcurridos desde que Vitruvio redactara su descripción hasta que, de pronto, alrededor de 1490, Leonardo y sus amigos procedieron a abordar esta figura del hombre abierto de brazos y piernas en el centro de una iglesia y del universo.

Francesco dibujó por lo menos tres versiones para acompañar su tratado y su traducción de Vitruvio. Una de ellas ” “es una imagen agradable y risueña de un hombre inserto en un círculo y un cuadrado (figura). Constituye un dibujo más






sugerente que exacto. El círculo, el cuadrado y el cuerpo no pretenden indicar las proporciones, sino que se muestran con cierta despreocupación. En otros dos dibujos de Francesco (figuras) se ve a un hombre de proporciones más cuidadas dentro de un trazado de círculos y cuadrados en forma de planta de iglesia.









11De ninguno de estos dibujos puede decirse que sea una obra de arte imperecedera, pero demuestran que tanto Francesco como Leonardo, en el momento de su viaje a Pavía en 1490, se hallaban hechizados con la imagen que Vitruvio había concebido.




LA VERSIÓN DE LEONARDO




12Para que su dibujo fuera revelador y científico, Leonardo podría haber recurrido a una figura humana simplificada. En cambio, usó trazos delicados y un sombreado meticuloso para crear un cuerpo de excepcional e innecesaria belleza. Con su penetrante mirada, pero a la vez íntima, y la cabellera rizada que a Leonardo le encantaba dibujar, su obra maestra entrelaza lo humano con lo divino.




13El hombre parece estar en movimiento, vivo, lleno de energía, al igual ” “que las libélulas de cuatro alas que Leonardo estudiaba. Este nos ha hecho sentir, casi ver, cómo una pierna, primero, y, después, la otra se abren hacia fuera y hacia atrás, al tiempo que los brazos se agitan como alas. Nada resulta estático en esta figura, excepto el torso sereno, sombreado con un sutil plumeado. Sin embargo, a pesar de la sensación de movimiento, el hombre da la impresión de encontrarse en una postura natural y cómoda. Lo único que se halla en una posición un poco extraña es su pie izquierdo, que está torcido hacia fuera para proporcionarnos un punto de referencia.




14¿Hasta qué punto el Hombre de Vitruvio podría tratarse de un autorretrato? Leonardo tenía treinta y ocho años cuando lo dibujó, más o menos la edad del hombre de la imagen. Las descripciones de la época destacan su «hermosa cabellera rizada» y su cuerpo «bien proporcionado». El Hombre de Vitruvio posee las mismas características que muchos de sus presuntos retratos, en especial el Demócrito de Bramante (figura 40),








que muestra a un Leonardo aún sin barba cercano a esa edad. En cierta ocasión, Leonardo advirtió en contra de sucumbir al axioma de que «todo pintor se pinta a sí mismo», pero, en una sección de su proyecto de tratado de pintura titulada «Cómo las figuras a menudo se parecen a sus maestros», aceptó que era natural.




15La mirada del Hombre de Vitruvio es tan intensa como la de alguien que se mira en el espejo, tal vez de forma literal. Según Toby Lester, que escribió un libro sobre este dibujo: «Estamos ante un autorretrato idealizado en el que Leonardo, despojado de todo lo innecesario, se mide a sí mismo y, al hacerlo, encarna una esperanza humana eterna: que nuestra mente sea capaz de averiguar cómo encajamos en el orden natural de las cosas. Hay que ver en el dibujo una especulación, una especie de autorretrato metafísico en el que Leonardo (como artista, filósofo natural y portavoz de la humanidad en su conjunto) se mira a sí mismo con el ceño fruncido e intenta comprender el secreto de su propia naturaleza».




16El Hombre de Vitruvio de Leonardo simboliza un momento en que el arte y la ciencia se combinaron para permitir que las mentes perecederas examinaran las preguntas eternas sobre quiénes somos y cómo encajamos en el orden del universo. También representa un ideal humanístico que celebra la dignidad, el valor y la racionalidad de los humanos en cuanto que individuos. Dentro del cuadrado y del círculo podemos contemplar la esencia de Leonardo da Vinci y la nuestra, de pie, desnudos en la intersección entre lo terrenal y lo cósmico.











Fragmento de: Walter Isaacson. “Leonardo da Vinci. La biografía”. iBooks.

Título original: Leonardo da Vinci

Walter Isaacson, 2017

Traducción: Jordi Ainaud i Escudero.

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Material exclusivo para uso didáctico-educativo.

1 feb 2023

El Imperio Romano en 10 minutos El Imperio Romano







https://www.youtube.com/watch?v=UF_yHrFP1Ls&t=1s

17 ene 2023

La cultura del Islam Parte final

 


https://youtu.be/ZASqXYF96yw





Father And Daughter 2000 Oscar Winning Animated Short Film [HD]

Padre e Hija


Padre e hija cuenta de una forma poética y magistral, la historia de cómo un padre se despide de su joven hija y se va. Así como los paisajes holandeses viven a través de sus respectivas estaciones, también la hija pasa por los suyos, creciendo con ellos. Ella se convierte en una mujer joven, tiene una familia, y con el tiempo se vuelve una anciana, pero dentro de ella hay siempre un profundo anhelo de volver a ver a su padre. La historia puede ser vista como una metáfora. La partida del padre en un barco significa su muerte, y las imágenes de la hija mirando por su regreso, significa que siempre pensó en él durante toda su vida. Hacia el final, cuando la hija mayor comienza a viajar a través de la maleza y el lecho del río seco, es cuando ella ha muerto y va hacia el más allá para ver a su padre una vez más... 
Esta es la pieza más importante dentro de la filmografía de Michael Dudok, uno de los animadores mas reconocidos y relevantes de la animación holandesa, y es este mismo corto el que le valió el Oscar a Mejor Cortometraje Animado en el 2000. Actualmente Michael se encuentra produciendo su primer largometraje, The Red Turtle, mismo que está siendo coproducido por el estudio Ghibli (sí, el mismo del maestro de la animación japonesa Hayao Miyazaki). 



Este cortometraje ganó 24 premios, incluidos: - Oscar / Mejor Cortometraje, Premios de Animación / Academia, EE. UU., 2001 - BAFTA Film Award / Mejor Cortometraje de Animación / Premios BAFTA, 2001 - Premio del jurado / Mejor película / Anima Mundi Animation Festival, 2001 - Cartoon d' Or / Cartoon Forum / Europa, 2001 - Mejor Animación / Concurso Internacional / Clermont-Ferrand Festival Internacional of Short Films, 2001
Material para uso exclusivo didáctico educativo.
Cortesía de YouTube y https://enfilme.com/ciniciados/a-escala/padre-e-hija.


19 oct 2022

Test de Estilos de Aprendizaje

 

Estilos de Aprendizaje




Los «Estilos de Aprendizaje» son las preferencias o tendencias generales que una persona utiliza como método propio para aprender. Son estrategias que, de alguna manera, utilizamos cada uno de nosotros para aprender. Aunque unas estrategias concretas pueden variar según lo que intentamos aprender, cada uno de nosotros tiende a desarrollar un sistema global similar. Estas tendencias o preferencias, constituyen nuestro estilo de aprendizaje.

Actualmente se ha establecido que tenemos tres grandes sistemas para representar mentalmente la información:

  1. Visual
  2. Auditivo
  3. Kinestésico

¿Quieres saber cuál es tu estilo de aprendizaje? Contesta a las siguientes preguntas y podrás averiguarlo al finalizar el test. Debes responder a todas las preguntas.

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26 oct 2021

El Egipto de los faraones


El Egipto de los faraones


El reino de Egipto fue una de las más viejas y desde luego la más longeva de las civilizaciones antiguas, perdurando durante más de tres milenios. Este período tan largo tuvo interrupciones y trastornos, pero la cultura egipcia tenía raíces tan firmes que incluso los conquistadores extranjeros quedaron absorbidos por ella, y adoptaron las formas de los gobernantes hereditarios de Egipto, los faraones, que se consideraban hijos del dios supremo Ra, el dios del sol.


Aunque los restos de la civilización de los antiguos egipcios eran evidentes por todas partes, en forma de pirámides gigantescas, estatuas enormes y espectaculares templos en ruinas, se sabía muy poco de su historia detallada, de su sociedad y de sus creencias hasta que se descifró su misteriosa escritura “jeroglífica (pictogramas) a principios del siglo XIX, como consecuencia del descubrimiento de la piedra Rosetta.

Sociedad y cultura. La vida de los antiguos egipcios era el río Nilo, cuya crecida anual anegaba los campos y garantizaba una buena cosecha. Los asentamientos humanos en el antiguo Egipto se limitaban a una franja a ambos lados del río (Alto Egipto) y a lo largo de su gran delta (Bajo Egipto). Excepto estas zonas y algún oasis ocasional, toda el terreno era desierto. El valle del Nilo es uno de los primeros lugares del mundo donde se desarrolló la agricultura, al que siguieron algunos de los primero pueblos y ciudades del mundo.


Hacia 3100 a. C., un rey llamado Menes unió el Alto Egipto y el Bajo Egipto, convirtiéndose en el primer faraón. Se construyó una nueva capital, Menfis, en la unión del Alto y el Bajo Egipto, y se convirtió en el centro de un estado fuertemente centralizado, con el faraón a la cabeza de una eficiente jerarquía administrativa. Dicha organización permitió la realización de grandes proyectos de construcción y hacia 2630 a. C. se construyó la primera pirámide —la pirámide escalonada de Saqqara— como tumba del faraón Zoser. Según la tradición fue diseñada por el arquitecto y médico Imhotep, y proporcionó el modelo para las famosas pirámides de Giza, que, con una altura de 138 metros, fue durante cuatro milenios la estructura más alta del mundo.

«Dios es los tres dioses: Amón, Ra, Ptah, sin ningún otro… Sus ciudades en la tierra perdurarán por toda la eternidad: Tebas, Heliópolis, Menfis, por siempre».


Un himno de c. 1220 a. C., alabando los tres aspectos del dios estatal del Imperio Nuevo. De hecho los egipcios adoraban otros muchos dioses, entre ellos Isis, Osiris, Anubis y Horus.


Las pirámide eran las tumbas de los faraones y los cuerpos de los muertos estaban rodeados por todos los objetos que podrían necesitar en el más allá, que imaginaban como un mundo muy parecido a Egipto. Para que los muertos pudiesen disfrutar de la otra vida, era esencial que se preservasen sus cuerpos, y para eso los egipcios desarrollaron sofisticadas técnicas de momificación. Aunque al principio unos funerales tan elaborados quedaron restringidos a los estratos más altos de la sociedad, a lo largo de los siglos incluso los más pobres se pudieron costear ajuares funerarios modestos para satisfacer sus necesidades en la otra vida.





Comercio, imperio y conquista 


Aunque Egipto era rico en recursos agrícolas y minerales, le faltaban productos como la madera, el vino, el aceite, el marfil y las piedras preciosas. Para satisfacer la demanda, se organizaron grandes expediciones comerciales al Sinaí y el levante hacía el noreste, hacia Libia en el oeste, y a Nubia y Punt (el Cuerno de África) en el sur. A remolque de estos contactos comerciales, los egipcios intentaron expandir su poder así como sus horizontes, y entre 1500 y 1000 a. C. constituyeron un imperio que se extendía de Siria al Sudán. Grandes cantidades de riquezas confluían a Egipto desde las nuevas provincias en forma de tributos, permitiendo la construcción de un gran centro religioso en Tebas, y el gran templo de Karnak.


La expansión puso a los egipcios en contacto con poderoso imperios vecinos, y se establecieron relaciones diplomáticas con los hititas de Anatolia, los babilonios y los asirios. El contacto provocó competición y conflicto: en 1285 a. C. el poderoso faraón Ramsés II libró una gran batalla contra los hititas en Kadesh, Siria, y a continuación Egipto tuvo que hacer frente a los ataques de los misteriosos «Pueblos del Mar» del Mediterráneo oriental.


Hacia 700 a. C. los asirios invadieron Egipto y saquearon Tebas. Otra invasión, esta vez por parte de los persas, se produjo en 525 a. C., y Egipto se convirtió en una provincia persa hasta que se rindió sin luchar ante Alejandro Magno en 332 a. C. Alejandro cruzó el desierto hasta el Oráculo de Amón en el oasis de Siwa, y allí fue proclamado por los sacerdotes como el nuevo faraón. Tras la muerte de Alejandro, uno de sus generales, Ptolomeo, estableció una dinastía de faraones que se ganó el apoyo del pueblo y de los sacerdotes honrando a los dioses de Egipto. Aún después de convertirse Egipto en una provincia romana en 30 a. C., su cultura greco-egipcia siguió viva hasta su extinción final a manos de la conquista árabe musulmana en el siglo VII d. C.




“Me encontré con un viajero de antiguas tierras que me dijo: dos enormes piernas de piedra carentes de cuerpo se alzan en el desierto. Cerca de ellas en la arena, medio hundido yace un rostro destrozado…».

Percy Bysshe Shelley, «Ozymandias», 1819. El poema alude a las numerosas estatuas gigantescas del faraón Ramsés II que yacen en ruinas en los desiertos de Egipto y en Oriente Próximo






La piedra Rosetta


El significado de los jeroglíficos egipcios fue desvelado finalmente después del descubrimiento en 1799 de una piedra inscrita en Rosetta (en árabe, Rashid), cerca de Alejandría. Datada hacia 196 a. C., la piedra reproducía un decreto del faraón Ptolomeo V en egipcio, tanto en escritura jeroglífica como demótica (cursiva), y también en griego antiguo. Esto ofreció a los investigadores la clave que necesitaban. La labor de desciframiento la inició el erudito inglés Thomas Young, y fue completada por el estudioso francés Jean-François Champollion en 1822. La piedra Rosetta se encuentra en el British Museum de Londres, aunque el gobierno egipcio ha exigido su regreso.



La revolución religiosa de Akenatón 


En 1379 a. C. subió al trono el faraón Amenofis IV e inició una revolución religiosa. Sustituyó el culto al dios estatal Amón-Ra y el panteón del resto de dioses por el dios único, Atón, el disco solar. Él mismo adoptó el nombre de Akenatón (que significa «agradable al disco solar»), construyó una nueva capital, Aketatón (la moderna el-Amarna), e inició un estilo naturalista de retratos reales en lugar de la tradición de representaciones muy estilizadas. Akenatón no se ocupó de su imperio en Asia occidental, y perdió el norte de Siria a manos de los hititas. En el interior, tuvo que hacer frente a la oposición de los poderosos sacerdotes de Amón, y después de su muerte en 1362 a. C. le sucedió el joven Tutankamón, y se restauraron las prácticas religiosas tradicionales.




Fragmento de: Ian Crofton. “50 cosas que hay que saber sobre historia del mundo”.