Lennon vs Lennon
Crítica de música
Luis Daniel Vega reseña "John Lennon / Plastic Ono Band".
Por: Luis Daniel Vega
A los 30 años, cuando la mayoría de los mortales apenas empezamos a creer en algo, John Lennon, con alivio y resignación, declaraba: “El sueño ha terminado”. Acorralado por la ambigüedad de la fama, elevado al falso estatus de profeta y subyugado por su propio genio, Lennon despertó un día y ya no era un Beatle. Del adolescente haragán nacido en los suburbios de Liverpool en 1940 no quedaba nada: se lo había tragado la muchachada desaforada que en menos de una década, inexplicablemente, lo había venerado como a un dios.
Más allá de la imagen de mártir, el guitarrista era en los primeros meses de la década de los setenta un músico desengañado que necesitaba reinventarse, obviando, por supuesto, la sombra de los Beatles que inevitablemente siempre estaría dando vueltas a su alrededor. Y eso sucedió con John Lennon/Plastic Ono Band, su primer registro como solista publicado originalmente en 1970 y reeditado a finales del 2010 como parte de Gimme some truth, una vasta colección sin precedentes que recoge, además de los ocho discos en estudio grabados por Lennon entre 1970 y 1980, tres compilaciones de éxitos, un DVD y un libro de partituras. ¿Agudeza mercantilista de Yoko Ono? Sin lugar a dudas. De todas maneras la celebramos sin reproche pues pone de nuevo en las tiendas un documento que, pese a ser un clásico, ha pasado desapercibido ante los ojos del público masivo.
Grabado en un mes en los estudios Abbey Road en Londres, John Lennon/ Plastic Ono Band retó a las audiencias y a los programadores radiales que se sorprendieron al encontrase con un disco sin beneplácitos, honesto en sonido, narrado sin tapujos en primera persona y, sobre todo, dueño de un tono catártico que hacía prácticamente imposible que alguna de las canciones allí incluidas tuviese gran impacto en las audiencias.
Influenciado profundamente por la experiencia junto al sicólogo norteamericano Arthur Janov (quien lo guio por las sendas de una terapia en la que confrontaba sus traumas infantiles), Lennon logró verse a si mismo y pudo escribir, por ejemplo, God, memorable letanía escéptica donde nos anuncia que el “sueño ha terminado” y Mother, una súplica llorosa en la que abstrae su orfandad y pide a gritos el regreso de sus padres. Pero hay más en los cuarenta minutos perfectos de este disco: hay soledad en Remember, desazón con Isolation, amor tranquilo en Love, reflexión política en Working Class Hero y arranques desgarradores como Well well well, un corte que prefigura de alguna manera la futura algarabía “punkera”, si tenemos en cuenta los gritos desgarrados del inglés y el sonido directo, sin maquillajes, logrado por Phil Spector, el famoso productor del Let it Be de los Beatles.
Han pasado treinta años desde la publicación de este disco y la sensación es atemporal; guarda el ánimo del folk eléctrico de los setenta (hay allí algo de Dylan y Neil Young) y también nos conecta con algunos cantautores contemporáneos como Rufus Wainwright, Ben Harper o, incluso, Cat Power.
Tal vez, luego de perder la inocencia, sea difícil encontrar sinceridad en un producto más de un superastro del pop. Sin embargo, hay algo en John Lennon/Plastic Ono Band que es diferente. Allí no hay un tipo interesado en vender a toda costa una millonada de discos ni empeñado en salvar al mundo: es él, ensimismado, tratando de despertar y poder poner algunas cosas en orden.
John Lennon / Plastic Ono Band John Lennon
EMI - Apple
2010
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