LA TERRIBILITÀ EN LA FUERZA CONTENIDA DE MIGUEL ÁNGEL
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1Miguel Ángel, Michelangelo Buonarroti (1475-1564), fue escultor, pintor y arquitecto. Desarrolló su obra entre Florencia y Roma, que eran las ciudades donde se hallaban sus mecenas: los Medici y los papas. Entró como aprendiz en el taller de Ghirlandaio, en el que permaneció durante un año aproximadamente hasta que empezó a frecuentar el jardín de San Marcos de los Medici, donde estudió las esculturas antiguas. Sus dotes causaron tan buena impresión a Lorenzo el Magnífico que le acogió en su palacio. Al morir este, se trasladó a Bolonia, donde tuvo contacto con Jacopo della Quercia. Al cabo de unos cuatro años, decidió trasladarse a Roma, donde esculpió La Piedad del Vaticano (1495), una de sus mejores aunque juveniles obras, en la cual introduce novedades: presenta a María como una mujer muy joven, sin actitud de sufrimiento, serena y triste, con el Hijo tendido en su regazo, pero sin apariencia de muerto, sino como dormido; no quiso representar el dolor y la tragedia para buscar la reflexión sobre el hecho, dentro de su concepción neoplatónica, que prima el mundo de las ideas para expresar el triunfo del humanismo renacentista. Será la única obra del artista en la que dejó su firma: en la cinta que atraviesa el pecho de la Virgen.
2Regresa a Florencia y esculpe el David (1504) en un bloque de mármol de Carrara ya desbastado de 4,1 metros de altura, que otros habían desechado por parecerles inservible. Rompe con la iconografía tradicional de presentar al futuro rey de los hebreos como una figura adolescente; consigue mostrar el momento anterior a la ejecución de la acción, el movimiento contenido, plasmando un perfecto conocimiento de la anatomía humana con la figura en contrapposto, mezcla de equilibrio y tensión, y el rostro expresando vida, el momento de espera. Esta obra, colocada delante del palacio Vecchio de la ciudad, era un símbolo del poder de la comuna y expresaba los ideales cívicos del Renacimiento.
3De vuelta a Roma, en 1505, el papa Julio II le encarga su monumento funerario, que Miguel Ángel concibe con un gran colosalismo pero no pudo llegar a ejecutarlo por cuestiones económicas, al estar también pendiente el pontífice de los trabajos de Bramante para San Pedro del Vaticano. De las esculturas proyectadas, quedó como el mejor ejemplo la del Moisés (2,3 metros), hoy en la iglesia de San Pietro in Vincoli (Roma), así como el grupo de los esclavos, muestras ambas de la terribilità o energía contenida de sus figuras, característica del genio miguelangelesco.
¿Qué es la TERRIBILITÀ?
Terribilità es un término italiano que utilizaban los contemporáneos de Miguel Ángel para describir su estilo.
Esta palabra trata de describir la mirada dura de muchas de sus obras, su gran y definida musculatura y sus proporciones que reducen un poco la cabeza dando la sensación de que estamos ante cuerpos fuertes como titanes, figuras más imponentes que la media de los humanos normales...
4Por estos años, pinta la Sagrada Familia, al temple, en disposición circular; muestra figuras grandiosas dentro de una estructura piramidal, que finaliza en el movimiento en forma de espiral que realiza la Virgen con sus brazos al coger al Niño.
Miguel Ángel. La Sagrada Familia o Tondo Doni (Galería Uffizi, Florencia), obra en disposición circular y estructura piramidal, que finaliza en el movimiento en forma de espiral que realiza la Virgen con sus brazos al coger al Niño.
5En 1508 se encarga de los frescos de la capilla Sixtina del Vaticano, cuya bóveda decora con temas bíblicos, ideando un reparto arquitectónico de las escenas, en las que muestra figuras colosales, flotantes, musculosas, con toda la fuerza y el dramatismo de su estilo.
“La creación de Adán, soberbia pintura al fresco, dinámica e instantánea a un tiempo, realizada por Miguel Ángel en la bóveda del techo de la Capilla Sixtina del Vaticano.”
6Entre 1520 y 1530, se halla en Florencia para realizar, por indicación del nuevo papa, Clemente VII, las tumbas de los Medici, para las que labró diversas esculturas, entre las que sobresalen El Día y La Noche. Ejerce también como arquitecto y construye la sacristía nueva de la iglesia de San Lorenzo y la Biblioteca Laurenciana, en la que destaca especialmente su escalera, que resuelve el espacio en formas redondeadas.
7En 1534, descontento con la situación política de la ciudad, retorna a Roma y el papa le encarga la pintura del altar mayor de la capilla Sixtina, donde realiza la escena del juicio final (1536-1541), en la que se observan las diferencias propias del paso del tiempo y de la maduración del estilo frente a las pinturas de las bóvedas que había ejecutado tiempo atrás: emplea tonos menos luminosos, azules más fuertes, aunque la vitalidad de los personajes —especialmente la de Cristo juez— no tiene nada que envidiar en cuanto a derroche de energía; pero se observa dramatismo, pues ya nada queda de aquel optimismo humanista de hace treinta años, cuando decoró la bóveda. Los desnudos provocaron el escándalo y más tarde hubo que cubrirlos.
8Posteriormente, realizó los frescos de la capilla Paulina, que representan la conversión de san Pablo y la crucifixión de san Pedro; ambos muestran gran dinamismo, a veces, vigoroso.
9En 1546, dentro de su faceta de arquitecto, se encargó de la terminación del palacio Farnesio, su fachada y laterales. Poco después fue nombrado arquitecto de la basílica de San Pedro del Vaticano, para la que vuelve a la primera idea, concibiéndola de nuevo en planta central. Su gran aportación fue la inmensa cúpula que se alza sobre tambor cilíndrico con ventanas cuadradas, separadas por columnas pareadas y coronadas con frontones triangulares y curvos en alternancia. Trabajará en la obra hasta 1558. Ya hemos dicho que se inspiró en la florentina Santa María de las Flores de Brunelleschi, y que será tomada como modelo posteriormente.
El Palacio Farnesio (Palazzo Farnese [paˈlattso farˈneːze]) del siglo XVI, domina la homónima plaza en Roma. Es la actual embajada de Francia.
10Hacia 1550 esculpió la Piedad florentina, que, a pesar de este nombre que recibe por hallarse en el Duomo de Florencia, parece ser que se proyectó para la basílica de Santa María la Mayor de Roma, donde Miguel Ángel quería que le enterraran; se trata de una obra piramidal en la que se retrata el propio artista, ya en la vejez, y muestra la línea serpentinata en el cuerpo de Cristo. Años después, la emprendió a martillazos con la obra en un arranque violento de los suyos; luego, fue restaurada. Su última escultura fue la Piedad Rondanini, de figuras alargadas y con un gran dramatismo que indica el pesimismo de la vejez; quedó inacabada, al igual que su último proyecto arquitectónico, la Porta Pía, dentro del proceso de renovación urbanística proyectado por el papa, que tampoco pudo terminarlo antes de morir.
Fragmento de: Carlos Javier Taranilla. “Breve historia del Renacimiento”.
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